Titulo: Reflejo Autor: Guillermo Barrios del Valle
Un día cualquiera,
un segundo,
una palabra mal dicha,
una conversación que perdió el rumbo,
un segundo que dolió como mil agujas,
un segundo como un mes...
Y un día cualquiera,
un año después,
en cualquier sitio,
un día de compras como otros tantos,
entre el cereal y los recuerdos,
un paso mal dado,
un giro por casualidad
y te la encontrás de frente:
Una mirada como fuego,
un dedo desafiante sobre el rostro,
una culpa, un reproche,
una ojeada rápida y disimulada al pasado,
un segundo, un mal paso
y un cúmulo de adioses fríos...
Y por un segundo llueve
y por un segundo la vida es un invierno eterno...
Mas de pronto todo pasa,
la cajera te da el boucher
y lo firmás con un garabato descuidado...
como esa que sos vos…
Y levantás la cabeza y tomás las bolsas
y afuera el sol brilla un poco…
14 comentarios:
Yo lo que hago en esos casos es firmales como si fuera el Rey de Zimbague... les hago un garabato enorme y duro como dos minutos haciendolo, a veces con mensajes ocultos y hasta otros nombres jeje
Jajajaja buena táctica! :D
Gracias por pasar por aquí!
Estimada Haze (dejo también aquí mi comentario en respuesta al tuyo en mi blog): Tu poema destila paz, luz, color... me ha gustado.
Ahora sí, mi comentario que pego aquí:
Pues desde mi muy querido árbol de limón, aquí en el solar de mi casa en Náralit, saltará mi alma hasta tu árbol. Este arbolito de casi 10 años es frecuentado alguna mañana por los loros que hacen un festín con su frutos, aún verdes: van a por las semillas -almendra-, rico alimento. No me queda más que compartir y que se multiple mi árbol por donde ellos vuelan. De seguro muy lejos nacerán otros limoneros, como un día brotara éste en mi patio.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Muchísimas gracias por esas palabras, que viniendo de usted no se imagina cuánta emoción e ilusión me producen!!!
Un abrazo,
Haze
Muy bien. Sin afectaciones innecesarias. Con buen manejo del símil, instrumento lírico que olvidan muchos autollamados poetas. Transparencia lírica. Emoción al seducir con sus palabras. [Entiendo bien el concepto del poema: me ha tocado vivirlo, y sus imágenes me son diáfanas y lucidas).
Buena sensibilidad le dejó ese árbol de limón. Espero conocerlo un día y a usted también.
Muchísimas gracias don William! Qué día más lleno de buenas sorpresas!
Ya quisiera yo también poder volver a mi árbol de limón. Está allá, un poco lejos, entre San Ramón y San Carlos. Ahora es parte de un hotel. Pero aunque sea el olorcito traigo siempre conmigo.
Un gran y alegre saludo!
Yo no tengo auto, pero podríamos ir a buscar una sombra limonera que nos ponga a hablar de poesías.
De seguro encontraremos alguna cerquita, y a la vez lejos de este San José del cual no quiero acordarme jeje. Por dicha tenemos varias sombras virtuales para hacerlo.
Hola y la saludo que la vi en el blog de mi amigo will, la buena huella del ojo y yo soy Casandra aunque no me lo crea.
A mi blog casi nadie viene pero tampoco tengo muchotiempo para darle aire y como nadie me cree...
Hola Casandra, muchas gracias por pasar por aquí. Pasé por tu blog, eché un vistazo, y prometo volver cuando no esté en la oficina (lo confieso, estoy trabajando :) ).
Si te gusta leer poesía, aunque ésta venga de una principiante, pues tené las puertas siempre abiertas.
Saludos,
Haze
Oye, amiga, ¿la sombra del limón, es un árbol de limones dulces o limones ácidos, mejor conocido como limón agrio?
Hola don William, qué gusto verlo por acá!
Limones ácidos, con los que puede hacer refresco, o comerlos con sal como a mí me gusta, aunque arrugue la cara! :)
No, no, que no arrugue la cara...
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