Y sin embargo

miércoles, 13 de julio de 2011

Imagen de autor desconocido

Y sin embargo cae la noche
tibia y oscura sobre mi cuerpo en vigilia.
Sobre este cuerpo que yace y me contiene
como un líquido…

Se duermen a mi alrededor las cosas,
las gentes…
Y se duerme el tiempo.
Este tiempo en el que decidí esperarte.
Que vino después del grito y el bullicio
con el que te anuncié que vivo.

Se duerme también el espacio
y como la dormilona entre el pasto
se retuerce de tal forma,
que siento en mis dedos la textura áspera
de tu cabello negro.
 
Se duerme mi cuerpo mientras sonrío.
 Y te beso en esos tus labios…eternamente míos. 

 

Sobre este espacio

Desde el árbol de limón de mi infancia, bajo el cual jugué con muñecas y cosí diminutos vestidos, dije unas cuantas palabras de las que no podía decir en voz alta. No era dueña de las palabras.

Me fui, pero llevé el árbol de limón en el recuerdo.

Fui la niña torpe y libre, la adolescente culpable, la mujer que sueña, la mujer que intenta.

Pasados unos cuantos años soy dueña de varias cosas: amores, desamores, deudas, compromisos, unos cuantos aparatos, libros, algunos títulos guardados en alguna gaveta, palabras y muchos silencios.

Hay quienes conocen mis silencios, pero vos que estás de paso y leés de casualidad este puñado de escritos, conocerás mis palabras.

De antemano muchas gracias.

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